Vigorosa, extensa y en constante crecimiento, la actividad turística es indiscutiblemente relevante, se encuentra en constante desarrollo, y la vemos en todo el mundo derramando sus impactos, económicos, sociales y ambientales, los cuales pueden ser negativos o positivos.
¿Por qué ser sustentable?
Hoy en día, los desarrollos basados en la sostenibilidad y sustentabilidad triunfan; debe considerarse como una prioridad de los proyectos turísticos involucrarse en esta estructura, de cara a las nuevas tendencias mundiales; teniendo en cuenta que los sectores del turismo relacionados con la naturaleza son los que presentan gran crecimiento, y de esta manera adaptarse a los requerimientos de los turistas, presentando ofertas adecuadas, readaptando los destinos, creando así un rendimiento satisfactorio. Es necesario para que el turismo sobreviva en el tiempo, ya que los impactos negativos operan en detrimento de la actividad, poniendo en riesgo la continuidad de su desarrollo.
Los destinos deben engalanarse con innovaciones sostenibles que permitan ingresar al mercado. La sostenibilidad vende, el turista se inclina por aquellos proyectos que busquen un efecto positivo en el medio donde avanzan, si demuestran valores y sensibilidad al momento de ofrecer una experiencia, con un enfoque especial en la conservación.
El reto
Es poder atravesar los conceptos, transformarlos para llegar a una efectiva sostenibilidad, que sea viable y rentable.
Constituir un sistema de gestión que custodie la conservación a través de revisiones, de investigaciones, normativas, buscando el consenso de los actores que intervienen en la actividad turística, públicos y privados, estimulando la participación ciudadana y de los turistas, sensibilizándolos acerca de los impactos que podrán producirse a partir de sus resoluciones de consumo.
Establecer las capacidades de carga, y respetarlas rigurosamente.
Es sumamente importante el papel del gobierno como base para impulsar aquellos proyectos sostenibles, sumando los instrumentos en su poder, para avanzar y perfeccionar políticas acordes, fruto de la mirada desde la “triple rentabilidad”.
Alinear el turismo con estos conceptos, podría significar el respaldo para la conservación, al renovarse de manera solidaria con los conflictos ambientales.
Sostenibles y sustentables
Es aquel desarrollo que expresa la consideración de los ambientes naturales y culturales para así satisfacer las necesidades del presente, asegurando poder satisfacerlas en el futuro, la gestión de este desarrollo emplea los recursos de manera consciente sin agotarlos, posibilitando su renovación, respetando los procesos que permiten hacerlo; los aspectos principales que se tienen en cuenta son:
El económico
A través de una gestión eficiente de los recursos, para garantizar la rentabilidad económica empresarial, de los empleados y la comunidad donde se encuentra sosteniéndose en el tiempo, que genere beneficios a corto y largo plazo.
El social y cultural
Donde la actividad da fuerza y consistencia a la estructura sociocultural.
El ambiental
Equilibrando la actividad, para producir los menores impactos antrópicos sobre el ambiente, respetando los ecosistemas, admitiendo la regeneración de estos.
Cuando el desarrollo se produce dentro de estos aspectos, se le llama “la triple rentabilidad”, donde una empresa, negocio o gobierno gestionan obteniendo beneficios para sí, para los ecosistemas naturales y las comunidades. Fuente: Entorno Turístico.