Ayer al mediodía, los familiares y amigos del joven fallecido, Santiago Liquin (tenía 18 años), despidieron sus restos en el cementerio de esta ciudad, tras un cortejo que pasó por su casa y el colegio de la Margen Sur donde cursaba. La familia reclamó justicia por el fatal incidente.
RÍO GRANDE.- El cortejo recorrió gran parte de la ciudad y atravesó el lugar (Av. San Martín y Brown), donde el pasado jueves a la noche y junto a un amigo, fueron atropellados por una camioneta.
Finalmente, en el cementerio local y ya en el sector de los nichos, donde fueron dejados los restos del joven, el padre, Mamerto Liquin, dijo a los presentes que “esto fue algo que se podía evitar, que no le pase nunca más a nadie”.
“Era un chico callado pero que lo daba a entender todo, hablaba lo justo no hablaba tanto, pero desde su timidez nos decía mucho -recordó con angustia el padre- Hoy nos acompañó mucha gente y se lo ganó él, quedé conmovido por lo que se movió la gente de lo que él nos dejó a todos en vida”, destacó.