Una gran placa de hielo antártico se desprendió el domingo de un sector de la Antártida. El iceberg tiene 1550 kilómetros cuadrados lo que implica que es siete veces más grande que la Ciudad de Buenos Aires.
ANTARTIDA.- Un iceberg de 1.550 kilómetros cuadrados, superficie equivalente a siete veces la Ciudad de Buenos Aires, se desprendió el domingo de la Antártida, según informó un grupo de científicos británicos.
“Aunque la región se encuentra amenazada por el calentamiento global, el desprendimiento no se debe al cambio climático”, señaló el British Antarctic Survey (BAS), un organismo que investiga las regiones polares.
“El bloque de hielo, de 1550 km cuadrados, se desprendió de la banquisa entre las 19:00 y las 20:00 del domingo 22 de enero, después de que una fuerte marea ensanchara una grieta que ya existía en la plataforma de hielo”, precisó el BAS.
En tanto, agregaron que en el sector, ya se había desprendido otro iceberg de una talla similar hace dos años en la misma zona, bautizada plataforma de hielo Brunt y sobre la cual se sitúa la base británica de investigaciones Halley VI.
Desde hace una década, aumentaron las grandes fisuras en las plataformas de hielo, observaron los glaciólogos.
En 2016, el BAS decidió desplazar la base Halley VI a otro lugar situado a unos 20 kilómetros por temor a que quedara a la deriva sobre un iceberg. “Este desprendimiento era esperado y es parte del comportamiento natural de la plataforma de hielo Brunt. No está vinculado al cambio climático”, explicó el glaciólogo Dominic Hodgson. Sin embargo, el continente sufre las consecuencias del calentamiento global.
“En febrero de 2022 se registraron temperaturas récord en la zona, y la extensión del hielo alcanzó el mínimo jamás registrado en 44 años de observaciones satelitales”, indicó el informe anual del programa europeo sobre cambio climático Copernicus.
En 2021, el derretimiento de un iceberg, 4.000 km al norte del lugar de donde se desprendió en 2017, soltó más de 150.000 millones de toneladas de agua dulce mezclada con nutrientes, lo que preocupó a los científicos por su impacto en un ecosistema frágil.