Luego de presentar dos de sus libros en el Museo Virginia Choquintel, Fernando Sánchez visitó el diario El Sureño, habló de su obra y de los proyectos. Además, alentó a las personas con diversidad funcional, y con cualquier tipo de dificultad, a perseguir sus objetivos. En agosto Fernando estará presentando su tercer libro.
El joven escritor Fernando Sánchez durante su visita a diario El Sureño, con sus dos novelas publicadas. 
Fernando Sánchez durante la presentación en el Museo Virginia Choquintel.
RIO GRANDE.- Fernando Sánchez es escritor, tiene 23 años y es oriundo de El Dorado en Misiones. Hace más de diez años que vive en Río Grande con su familia y actualmente está estudiando para ser profesor de Lengua y Literatura. Fernando también escribe, y mucho.
Este mes presentó dos libros en un pequeño encuentro realizado en el Museo Virginia Choquintel y en agosto espera la publicación de su tercer trabajo. Además, Fernando Sánchez lleva bien presente una causa en cada una de las presentaciones y charlas que da: “Las personas con alguna discapacidad podemos hacer todas las cosas. Quiero que lo tengan en cuenta las personas que no se animan, que creen que no pueden porque tienen alguna condición, que sí se puede”, dijo el joven escritor.
Los libros de Fernando fueron publicados por la Editorial Imaginante. El primero es una novela medieval “Ezequiel, el caballero ligero”; la segunda es más del género de ciencia ficción y se llama Superhand: El Surgimiento.
“En realidad, El caballero ligero es una secuela; ese libro lo escribí en 2017, el primero lo había terminado en 2016. Pero tiene más de 300 páginas y no lo publiqué primero porque es bastante costoso. Ahora ya conseguí ayuda para publicarlo y está en camino”, detalló Fernando.
Superhand, por otro lado, es un héroe urbano. “El Surgimiento” es la primera aventura de “Supermano” (pequeño juego de palabras) que ya tiene otros cinco episodios listos para publicar y hasta un spin-off basado en dos de los personajes de la saga.
“Ahora mismo estoy trabajando en el spin off, que se llama ‘Eilen y Meyer, los hermanos embotellados’, además de los cinco libros que siguen al primero de Superhand. En la historia hay referencias a Marvel y DC Comics; además de Gómez Bolaños, el creador del Chavo del 8. Es un libro que hace reír mucho, y es más que nada enfocado a la lectura infantil”, detalló el autor.
La inquietud por escribir le llegó a Fernando Sánchez desde muy pequeño. “Mi mamá me contaba cuentos cuando era chico y después, cuando aprendí a leer y escribir, agarraba esos mismos cuentos, les inventaba mi propia versión”, recordó.
Su autora favorita es Liliana Bodoc, pero también el autor reconoció como influencias a algunos de sus propios docentes y escritores locales: ”Me encanta Patri Vera, Jorge Bernard, que también me guió bastante para buscar una editorial para publicar mis libros. Además fue mi profesor en varias oportunidades”, dijo.
Y agregó: “La verdad que al publicar mi primer libro tenía mucha desconfianza, porque hay muchas formas en las que se estafa a las personas y tenía que enviar por mail documentación mía. Pero finalmente salió bien”.
Los libros de Fernando se consiguen en Eco Libros, en Librería del Fuego (de la Margen Sur) y contactándose con el autor a través de las redes sociales. “Tengo una página Ezefer oficial, en la que publico las novedades de los demás libros en los que estoy trabajando, cuándo llegan a publicarse y demás. Además, pueden comprarme los libros también de forma directa”, explicó.
La publicación de todos sus libros fue totalmente autogestionada. Fernando agradeció por estos logros a su familia: “Agradezco a mi familia, a la facultad que me da muchísima ayuda, a Patri Vera que siempre me invita a su programa Burbujas de Colores, a Jorge Bernard, y a mi profe de guitarra que me está ayudando a hacer canciones sobre los relatos de mis libros”, insistió el joven escritor.
Y concluyó: “También, quiero realmente ser una inspiración para chicos como yo, con capacidades diferentes. Que sepan que no hay “No” que valga; que no tienen que avergonzarse por ser así como son. Que todos tenemos capacidades diferentes, y todos podemos hacer muchas cosas. Tengo un amigo que tiene Asperger, por ejemplo, él dibuja muy bien y me está ayudando con la ilustración de uno de mis libros”.