Un paseo por el Palermo mítico de Borges, un recorrido organizado por el ente de turismo de la ciudad permite conocer cómo fue su infancia, detalles de su vida y la particular relación del escritor con el barrio.
BUENOS AIRES.- Por aquí anduvo el Sr. Borges, es la esquina de Guatemala y la calle que dejó hace algunos años de ser Serrano para llevar el nombre del gran escritor. Allí en Palermo, donde las modernas casas de diseño se mezclan hoy con sofisticados bares y paseos turísticos sobrevive la figura de Borges, quien vivió allí su infancia en una de las antiguas casonas que hoy ya no están.
El paseo “Barrio de guapos y escritores” que permite conocer la relación que tuvo y tiene el gran escritor con este querido barrio de la ciudad, es una iniciativa del ente de turismo porteño. Es un circuito que ya tiene varios años pero que se renueva siempre por todo lo que ofrece la figura de Borges, siempre hay algo nuevo sobre él.
El único e inigualable Jorge Luis Borges
El ilustre escritor nació el 24 de agosto de 1899 en la calle Tucumán 840. Un poco más lejos, en un sexto piso del edificio de la calle Maipú 994, se encuentra el departamento donde vivió la mayor parte de su vida. Y para sentir (aún más) el alma de Borges, atraviesen el barrio de Recoleta hasta llegar a la Fundación Internacional Jorge Luis Borges creada por su viuda, allí encontrarán distintos objetos y una réplica de su habitación de la calle Maipú.
Muchos lugares de la ciudad conservan el recuerdo de su paso. Por ejemplo en San Telmo, en el primer piso de la que fuera la antigua Biblioteca Nacional en la calle México 564, podrán observar el escritorio intacto donde ocupó el puesto de director durante 18 años. Tal vez otra forma de conocerlo un poco más sea visitando el Museo dedicado a su gran amigo Xul Solar, en Palermo (un barrio que lo inspiró en incontables ocasiones).
Circuito Cultural Jorge Luis Borges – Xul Solar
Este proyecto cultural y turístico pretende posicionar a la Ciudad de Buenos Aires como soporte artístico mediante la creación de una galería a cielo abierto entre la Fundación J. L. Borges y el Museo Xul Solar. Con propuestas inspiradas en el imaginario de ambos artistas, este circuito ofrece a porteños y turistas la posibilidad de recorrer los barrios de Recoleta y Palermo de un modo distinto, proporcionando contacto directo con experiencias artísticas contemporáneas de calidad. Las obras de sitio específico guiarán el recorrido entre ambas instituciones con el fin de sumar experiencias estéticas en el espacio público, así como también para acercar a la comunidad el espíritu de unión y amistad entre Xul Solar y Jorge Luis Borges.
“Recorrido por el barrio de Recoleta”
El nuevo recorrido Borges-Xul Solar, ubicado en el barrio porteño de Recoleta, fue inaugurado por el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, y la presidenta de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges, María Kodama.
El circuito destaca el vínculo de amistad de Borges (1899-1986) y Xul Solar (1887-1963), figuras emblemáticas de la cultura argentina, a través de un recorrido geográfico entre la Fundación Borges y el Museo Xul Solar intervenido con propuestas artísticas contemporáneas inspiradas en el imaginario de ambos.
Se trata de un camino “interactivo” a cielo abierto que permite contemplar el paisaje urbano, su arquitectura y su historia, donde “el eje principal es el legado cultural” que supone para la ciudad “la amistad de estos dos grandes artistas”.
El circuito incluye referencias interactivas para que los espectadores puedan acceder a contenido virtual específicamente generado para ese recorrido.
De este modo, pueden acceder desde sus dispositivos móviles a textos explicativos sobre el circuito, a la biografía de los artistas e información sobre sus obras y además a lecturas de poemas de Borges en la voz de María Kodama: “Las calles”, “Fundación mítica de Buenos Aires”, “La Recoleta” y “La Luna”.
El Centro Cultural Borges
El Centro Cultural Borges es un espacio dedicado a las artes en el interior del shopping Galerías Pacífico. Inaugurado en 1995, su nombre homenajea a uno de los grandes escritores de la historia argentina. Ocupa un espacio de más de 10.000 m2 y aloja exposiciones, espectáculos, seminarios, conferencias, talleres y eventos. Tiene un cine y muestras itinerantes que van desde las artes visuales hasta el tango.
Laberinto de Borges, San Rafael
Un laberinto de casi dos hectáreas hecho con 8.000 arbustos Boj en homenaje a Borges
La propuesta turística de San Rafael incluye una gran torre de hierro, espacio aéreo del lugar a modo de moderno mangrullo que permite, desde sus 18 metros de altura, observar los senderos de 100 por 70 metros y disfrutar del diseño creado por el inglés Randoll Coate.
Desde allí, rodeados de añejos árboles, el sonido de los pájaros y prolíficas vides, se ubica el laberinto de casi dos hectáreas hecho con 8.000 arbustos Boj (cerco inglés siempre verde), que visto desde el aire forma, a modo de homenaje, el apellido en espejo de uno de los máximos intelectuales argentinos: Jorge Luis Borges.
Los arbustos fueron plantados en 2003 a partir del diseño de Coate, quien soñó y dibujó un recorrido con el nombre completo de Borges y las iniciales M y K, por María Kodama, un bastón en la curva que hace la J de Jorge y un reloj de arena.
Dada la rica historia del lugar, el proyecto fue rescatar la casona del lugar y cuidar sus originales paredes de adobe, con un sentido cultural y un centro de interpretación, una cava para degustar los vinos de la bodega y un lugar para comprar productos regionales y alegóricos.
El Laberinto de Borges, una obra de interés internacional, está ubicado en el distrito de Cuadro Nacional en la finca Los Alamos, de la familia Aldao Bombal, a diez kilómetros del microcentro de San Rafael, y fue diseñado en base a una idea de la fallecida escritora Susana Bombal y Coate (ambos amigos de Borges) y retomada por Camilo Aldao, también fallecido, y luego seguido por sus hermanos y su padre.
La idea es que la gente vaya y disfrute el sitio conectándose con el lugar desde lo literario.
Apreciá la vida de Borges en su museo
Veinte vitrinas exhiben objetos del afamado escritor Jorge Luís Borges, cuya memoria late en su museo. Las instalaciones ubicadas en el barrio Recoleta, definitivamente albergan la vida y obra de este personaje. El museo abre sus puertas de lunes a viernes desde las 11:30 hasta las 13:00.
Visitantes podrán disfrutar de una serie de objetos de colección de este escritor. En el museo podrá observar libros de su biblioteca, condecoraciones, fotografías y escritos originales.
Esta sede, conocida como Fundación Jorge Luis Borges, fue creada en el año 1988. Esta organización revive de la mano de María Kodama, quien abogó por su personalidad jurídica. En tal sentido, desde ese entonces, es una institución dedicada a la preservación de su memoria.
Destaca que la sede ubicada en Anchorena 1660, fue propiedad de la familia Borges. En ella escribió “Las ruinas circulares”. Para rendir un homenaje al sexagésimo aniversario, el Gobierno instaló una placa conmemorativa en dicha propiedad. Visitar estas instalaciones es recorrer el pasado y la vida de este creativo artista. Su colección de bastones, manuscritos y premios reposan en la recreación de su habitación ubicada en Maipú 1994.
El museo es hermoso, acogedor, con un sello de intimidad, que lo hace inigualable. Desde el año 2010, este museo cobró vida para albergar los tesoros más preciados de Borges. Su viuda María Kodama, fue la encargada de hacer este sueño realidad. Vale resaltar que este recorrido se encuentra incluido en un programa denominado “La Noche de los Museos”. A través de este proyecto, el Gobierno de la Ciudad, insta a turistas y ciudadanos, a conocer el importante acervo histórico y cultural.
Durante su inauguración Kodama explicó que sólo cumplió con el sueño y legado de Borges. Para ella, este escritor mencionaba que los museos son los mejores lugares. Entonces, este museo recrea su vida, la sencillez de un hombre con un gran talento e imaginación. Fuente: Ente de Turismo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
El Hotel de Borges
El hotel Dorá queda frente a la casa en la que el escritor vivió por cuatro décadas. Es sencillo, pero en el sentido inglés de esa palabra. Lleno de luz, con jardines estratégicamente ubicados, con una recepción en donde destaca una lucarna enorme en el techo y boisserie en todas las paredes, el Gran Hotel Dorá, a pasos de Plaza San Martín, guarda un secreto: Fue uno de los sitios frecuentados por el escritor Jorge Luis Borges.
Y no por casualidad: el Dorá está emplazado casi frente a la casa natal del autor, quien vivió por más de cuarenta años en Maipú 994, departamento 6B, en compañía de su madre, doña Leonor Acevedo de Borges, y de Fanny, la señora que lo cuidó por décadas y para quien él nunca dejó de ser “el señor Borges”. Pues bien, el señor Borges tenía por costumbre cruzar enfrente no sólo para recalar en el Dorá sino también para darse una vueltita por la galería aledaña.
Allí, justo en el corazón de una galería “como las de antes”, con varios locales y la posibilidad de recorrerla en círculo, existe todavía un sitio en el que el autor de El hombre de la esquina rosada pasó muchas tardes: la antigua librería La Ciudad. Hoy el local sigue funcionando y se lo ve atestado de libros sobre todo antiguos. Junto a la puerta, en un atril, alguien colocó un poema del vecino ilustre, que se llama Arrabal y que termina así: “Esta ciudad que yo creí mi pasado/ es mi porvenir, mi presente; los años que he vivido en Europa son ilusorios, yo estaba siempre (y estaré) en Buenos Aires”.
El café es circular, verde, precioso. Parece uno de esos típicos kioscos de diarios parisinos y, notable, cuando uno se sienta allí es como si Buenos Aires se detuviera. Llena de negocios de anticuarios y coleccionistas, de ventas de libros perdidos y de cuadros, estatuillas de marfil y piezas de arte religioso, la “galería de Borges” (como también la llaman) marca el ritmo de los pasos y de las conversaciones. Aquí, el que venga con prisa, mejor que se vaya.
Y, como para establecer eso desde el vamos, justo a la entrada de la galería, hacia la derecha, hay un cartel. “Recorrido borgiano”, se lee sobre un mapa que no es sino el de las calles cercanas: Florida, Maipú, la avenida Córdoba. Por aquí anduvo durante años “el señor Borges” y la propuesta invita a locales y viajeros a sumarse imaginariamente a su paseo. A percibir eso mismo que él percibió. Fuente: Descubrir Turismo.