Villa Llanquín, alejado de las multitudes, ofrece tranquilidad y conexión con la naturaleza a quienes lo visiten.
RIO NEGRO.- Cerca de algunos de los destinos más concurridos de la Patagonia, un paraíso escondido espera a quienes les escapan a las multitudes: Villa Llanquín. Se trata de un pueblo de unos 350 habitantes estables ubicado entre el río Limay y las montañas, que se caracteriza por su paisaje de estepa.
Situado a 40 kilómetros de Bariloche, ofrece descanso y naturaleza en un entorno privilegiado, sin señal de teléfono. El destino, que siempre estuvo en la mira de los pescadores, creció en los últimos años de la mano del turismo rural, el boca en boca y las redes sociales.
Hoy sigue siendo un lugar sin circuitos de turismo armados, pero que ya cuenta con cinco campings, cabañas y una hostería con restaurante. Si estás pensando en descubrir nuevos rincones de la Patagonia, te contamos qué no te podés perder en este oasis de tranquilidad.
Qué hacer en Villa Llanquín
Uno de los principales atractivos del pueblo es su ingreso, que se hace cruzando el río en balsa y a través de un puente peatonal. Una vez adentro, se puede conocer la feria Newenkelen para llevarse algún producto casero o artesanía.
Los amantes de la naturaleza tienen senderos para caminar, rincones del río Limay para hacer pesca deportiva (la temporada va de noviembre a marzo), cabalgatas y sitios para escalar, como Piedras Coloradas. En bici se puede hacer además la Vuelta del Arroyo Chacay, un circuito de 60 kilómetros.
Por último, otra opción atractiva es visitar el campo de lavandas del pueblo, que ofrece visitas guiadas. El emprendimiento empezó con 50 plantas y hoy cuenta con más de 4.000.
(Foto: Facebook Villa Llanquin)
Cómo llegar a Villa Llanquín
Villa Llanquín se encuentra en Río Negro, en el kilómetro 1610 de la Ruta Nacional 237. En ese punto, la balsa Maroma cruza a los vehículos por el río Limay, mientras los turistas caminan por un puente peatonal. La balsa funciona todos los días de 7 a 21 y es gratuita. Texto TN.