Un remisero provocó un incidente vial en pleno centro y luego estuvo varias horas desaparecido

El hecho ocurrió el viernes, cuando el remisero no respetó la luz roja de un semáforo y provocó el incidente. El auto, afectado al servicio privado de transporte, se incendió y el chofer escapó del lugar. Fue buscado por varias horas hasta que fue hallado y detenido. El sábado se ordenó que sea internado en el hospital, en Salud Mental.

RIO GRANDE.- La reacción impensada de un remisero de 29 años tuvo en vilo a las autoridades y a toda la ciudad el pasado viernes, tras lo cual pudo ser hallado sano y salvo, para tener que responder penalmente por las lesiones de sus pasajeros.
Todo comenzó el viernes al mediodía con un incidente vial en el que Sergio Bielak, al mando del interno 128 de la agencia de remises Malvinas, un Chevrolet Corsa, impactó contra una Renault Kangoo al mando de un hombre de 61 años que debió ser hospitalizado junto a un joven acompañante.
El remís tenía como pasajeros a una mujer de 22 años y una niña de 3 que también debieron ser hospitalizadas, incluso con el dramatismo de que el rodado se incendió en la parte del motor.
A todo esto el remisero se fue del lugar del hecho en otro coche de alquiler, sin asistir siquiera a sus pasajeros heridos.

Desaparecido
Minutos después numerosos móviles policiales llegaron hasta la ruta de circunvalación en el norte de la ciudad, desde donde fueron llamados por un remisero de APRAR, quien aseguró ser amigo de Bielak, a quien había levantado en el lugar del accidente y trasladado hacia ese punto distante.
Este remisero señaló que Bielak le pidió que lo llevara a un lugar y allí fueron a buscar a la chofer del remís siniestrado a su casa. “Yo nunca lo vi así, es un chico normal, pero me asustó como estaba”, comentó la mujer que acompañó a los dos remiseros en el auto de la agencia APRAR.
Los dos testigos señalaron que Bielak les pidió ir hasta un domicilio para luego volver al accidente, por lo que en medio del viaje cuando lo acompañaban, vieron con sorpresa como arrojaba el celular desde la ventanilla.
Segundos después Bielak intentó tomar el volante del remís, por lo que su colega decidió frenar y detener la marcha en la banquina.
Allí, los dos testigos no encontraron explicación a que Bielak se bajara corriendo a toda velocidad por los campos de la Armada, aledaños a la cabecera de la pista del aeropuerto local, como en dirección hacia la urbanización del fideicomiso San Martín Norte.

Horas de incógnita
Toda la Policía y Defensa Civil iniciaron una extensa búsqueda en toda la zona norte de la ciudad, extendiendo esa búsqueda hacia el sector de la playa, dado que incluso sus allegados temían pudiera atentar contra su vida.
Fueron cuatro horas en las que la Policía golpeó en todas las casas de las nuevas urbanizaciones en la zona, con resultado negativo hasta que -ya avanzada la tarde-, un amigo de la familia que se había sumado a la búsqueda lo encontró llegando al descampado entre Chacra IV y el barrio CGT, con indicios de agotamiento físico y en aparente desorientación en espacio y tiempo.
Presentaba los golpes en el rostro producto del siniestro vehicular y fue llevado al hospital para ser revisado clínicamente.

Detención e indagatoria
En el examen en el hospital, una profesional médica diagnosticó que Bielak no estaba alienado en tiempo y espacio, por lo que ante ese diagnóstico que marcó la conciencia de sus actos, llevó al juez de feria el Dr. Daniel Cesari Hernández a dictar su detención e incomunicación.
Bielak fue indagado el sábado por “lesiones leves culposas” en razón de que una de las pasajeras heridas del remís, decidió instar acción penal contra el remisero por las consecuencias físicas sufridas.
Bielak debió aclarar las circunstancias de su huida, realizándose pericias psicológicas por los forenses del Poder Judicial, siendo de destacar, además, que el examen toxicológico que se le practicó; dio negativo.

La odisea que llegó hasta la ruta de circunvalación en otro remís, con dos conocidos del protagonista.
El remisero apareció en condiciones de agotamiento físico, todo mojado por la intensa lluvia del viernes por la tarde en que aparentemente estuvo caminando por el campo.