Pertenecen a la empresa Marine Harvest, que ya logró recuperar unos 200 mil ejemplares con la ayuda de pescadores artesanales. Según advirtieron, los peces no son aptos para la alimentación humana. Para Greenpeace, el evento podría provocar un desastre ambiental.
BUENOS AIRES.- Un temporal que afecta la zona sur de Chile arrasó con parte del centro Punta Redonda de la salmonera Marine Harvest, ubicado en la isla Huar, cerca de Calbuco, en la Región de Los Lagos. Los daños provocaron la fuga de un número “considerable” de salmones. El hecho ocurrió durante la madrugada del 5 de julio, pero debido al mal tiempo y la prohibición de zarpe, recién el sábado personal de la salmonera pudo ingresar al lugar para ver cómo quedó el centro, cuyo stock de peces bordeaba los 900 mil ejemplares.
En declaraciones al diario Las Ultimas Noticias, Ruth Alarcón, subdirectora de Acuicultura de Sernapesca, explicó que la empresa contrató a pescadores artesanales de Calbuco para recoger los peces que quedaron atrapados en las redes. El sábado, unas 20 embarcaciones de pescadores de Calbuco, isla Huar y Puerto Montt trabajaron en la recuperación de los salmones en fuga. Los trabajos se concentraron en la orilla de la isla, donde tiraron redes para capturar a los peces que se habrían instalado en ese lugar, ante su poca experiencia para conseguir alimento.
El intendente de la Región de Los Lagos, Harry Jürgensen, advirtió que este hecho tiene varias potenciales consecuencias negativas para el ecosistema debido que los peces fuera de las jaulas mueren rápidamente ya que no son capaces de vivir solos, sumado al hecho de que no son aptos para el consumo.
“Son peces que están recién vacunados y por lo mismo no están en condiciones de ser consumidos por la población humana”, dijo. Y aunque reconoció que no está al tanto del detalle de la ley en este tipo de contingencias, Jürgensen comentó que la empresa pone en riesgo su licencia para operar.
Según autoridades nacionales, en los últimos 10 años han ocurrido 50 eventos de este tipo.
Desastre ambiental
Para Greenpeace la fuga de los salmones de la empresa Marine Harvest es “un desastre medioambiental de graves e insospechadas consecuencias”.
“Estamos frente a un hecho de la máxima gravedad. Se trata de un potencial desastre medioambiental cuyas consecuencias para la zona están por verse, pero que pueden ser gravísimas. No solo se trata de una de las mayores fugas de salmones en Chile, sino que los peces que escaparon tienen altas dosis de antibióticos, por lo que constituyen un peligro y no pueden ser consumidos”, alertó Estefanía González, coordinadora de océanos de Greenpeace.
Para la ONG, la masiva fuga, y que hasta ahora registra el rescate de apenas unos 200.000 salmones, deja en entredicho la real capacidad para operar bajo estándares de seguridad.
“Es necesario que las autoridades investiguen las causas de esta fuga y procedan con las sanciones correspondientes. No puede ser que un simple temporal, nada fuera de lo común en la zona, genere una emergencia de esta magnitud. El centro se instaló el 2017 y en menos de un año presenta esta emergencia. Es evidente que hay normas de seguridad y de impacto ambiental que no se están cumpliendo. Además, en el centro no había personal disponible para activar planes de contingencia y no pudieron ingresar hasta dos días después de la emergencia. Esto refleja la escasa capacidad que tienen las salmoneras para enfrentar este tipo de contingencias. Lo más grave es que, en vez de ser la propia empresa la que responda con un plan de reacción serio y propio, están siendo los pescadores artesanales los que han debido ir al rescate de la empresa y ser ellos los que están recuperando los salmones”, señaló Estefanía González.