Aunque falta mucho para tener una conducta más amigable con el ambiente, es mucho lo que se puede hacer desde casa; con una tarea tan sencilla como reutilizar la basura orgánica. Desde INTA Tierra del Fuego, ofrecieron un taller de lombricompuesto para la comunidad de Río Grande y Ushuaia.
RIO GRANDE.- “La basura de uno es el tesoro de otro”, dice el refrán, y en INTA Tierra del Fuego, continúan brindando capacitaciones para reutilizar los deshechos orgánicos que usualmente terminan en el tacho de basura. La práctica del compostaje, viene de la mano de la separación de residuos, y va más allá: provee a las personas que cultivan plantas en el hogar, una forma de nutrirlas naturalmente.
“Así como ya se está empezando a hacer hábito en la gente la separación de residuos, invitamos a quien decida sumarse a separar lo orgánico y compostarlo. La finalidad más importante es la reducción del volumen de basura: entonces disminuís el uso de bolsas de plástico, reducís malos olores, evitás la rotura de basura por parte de los animales, porque no hay olor a comida en la basura; y si uno tiene plantas, arbustos, hortalizas, va a poder aportarle este fertilizante a sus propias plantas”, indicó Kati Pohjola, integrante del equipo técnico de INTA Ushuaia.
Kati se dedica desde hace cerca de 20 años al cultivo hogareño de plantas y hortalizas. Actualmente, es una de las técnicas que capacita a la comunidad, y tuvo a su cargo el taller de lombricompuesto que INTA dictó en Río Grande y Ushuaia.
“Hace un poco más de un año conseguimos lombrices, las criamos en INTA de Ushuaia, y a partir de que tuvimos una cantidad interesante de lombrices, comenzamos a dar los cursos con la entrega de un puñado pequeño de lombrices para que cada participante después replique el proceso en su casa”, dijo Pohjola.
La capacitadora remarcó que con la práctica del compostaje, la materia orgánica se descompone, pero explicó qué aportan las lombrices al proceso: “No es que estamos obligados a introducir algún tipo de lombriz. Sí se acelera el proceso de descomposición; pero, esto lo realizan un montón de otros microorganismos: hongos, bacterias, bichos bolita, escarabajos, muchos más. El producto final es compost o lombricompost, según haya tenido o no lombrices; y se puede usar sólido, como una tierra que se pone directamente en las macetas, o preparando un biofertilizante que se llama té de compost”, dijo Pohjola.
E Insistió: “El lombricompuesto es un agregado. En cierto momento, que es mas o menos al mes de que uno arranca a compostar, pueden introducirse las lombrices californianas. Y el impacto que tiene este agregado es eso, acelerar el proceso de descomposición”.
Para esta práctica, INTA utiliza lombrices californianas. Cada una de estas lombrices, vive aproximadamente cuatro años, y puede llegar a producir otras mil lombrices más en el mismo periodo de tiempo. Cada vez que se alimenta y elimina deshechos, estas lombrices aportan al suelo micronutrientes como Nitrógeno, Fósforo, Potacio y Calcio. Por este motivo, en muchas partes del mundo se las utiliza para aumentar la fertilidad de los suelos.
“Todas las lombrices sirven en realidad. En Tierra del Fuego, tenemos unas lombrices que son más pálidas tirando a marrones, más gordas que las californianas que son de un color rojo intenso. La diferencia entre el tipo de lombrices que se usen, por lo menos en lo que observamos nosotros, es que la lombriz californiana sería más prolífica en como se reproducen, y sería también más voraz en alimentarse. Entonces descompone más rápido una misma cantidad de material”, detalló la técnica. E indicó que los en los lombricompuestos armados por INTA, ambos tipos de lombrices conviven sin inconvenientes.
Biofertilizante
Tal como explicó Pohjola, el compostaje obtenido puede utilizarse de dos maneras: directamente en la maceta, o generando un biofertilizante líquido que se conoce como té de compost: “Ese líquido se puede hace con el compost que tuvo lombrices o con el compost que no las tuvo. Se le llama té de compost porque uno en una media de nylon a modo saquito de té, coloca el compost y lo deja en un recipiente con agua durante 24 o 48 horas, revolviéndolo para que no se pudra. Luego se saca este especie de saquito de té de compost, y se utiliza ese líquido para regar las plantas, y así darle más nutrientes disueltos en el agua”, relató la capacitadora.
Todos estos procesos, son económicos, sencillos, y redundan en muchos beneficios: “El fin prioritario de compostar es la reducción de la basura que uno saca a la calle en la bolsita. La mitad de los materiales que uno tiraría en el tacho de basura, se pueden transformar en tierra”, insistió Pohjola. Y agegó: “Y por otro lado, es el objetivo de INTA, al dedicarnos a los cultivos de flores hortalizas, medicinales y aromáticas el nutrir a las plantas. En Tierra del Fuego es muy nuevo aún, desde el punto de vista de la formación del suelo, y no tienen tantos nutrientes como puede ser en la Pampa Húmeda, o la selva amazónica. Entonces necesitamos para que las plantas crezcan vigorosas, agregar nutrientes, y ahí entra a funcionar el compost ya sea utilizado como tierra o en forma de este biofertilizante líquido”.
Las capacitaciones gratuitas de INTA Tierra del Fuego, están disponibles para toda la provincia. Pohjola, invitó a las personas interesadas a ponerse en contacto, y capacitarse: “Depende donde estén está INTA Ushuaia o Río Grande, a Tolhuin nos acercamos varias veces también. Y también, nos mantenemos en contacto permanente en las tres ciudades a través de las redes sociales. Nuestra compañera Natacha, recibe las preguntas y nos direcciona luego a las diferentes consultas, en las tres localidades”.