Una mujer sustrajo la recaudación de un kiosco y protagonizó intensa persecución policial

El procedimiento policial en plena vía pública.

La acusada ingresó a un kiosco céntrico de Ushuaia y sin mediar violencia le exigió el dinero de la caja a la responsable del comercio. Huyó en un vehículo con 14 mil pesos en efectivo. La Policía inició una intensa persecución por las calles de Ushuaia, que finalizó cuando un patrullero se atravesó en su trayectoria y la ladrona chocó contra dicha unidad. Quedó detenida en carácter de incomunicada.

USHUAIA.- Una mujer protagonizó un hecho delictivo poco habitual luego de ingresar a un kiosco del centro de Ushuaia y sin mediar palabra le exigió a la responsable del comercio que le diera la recaudación.

Ella no habría portado ningún tipo de arma salvo su accionar intempestivo y violento, ya que la joven que atendía el Kiosco Beto´s, de avenida San Martín y Rivadavia, se vio intimidada por su accionar, debido a que tenía una capucha, anteojos y el rostro tapado. Tras obtener el dinero la mujer abordó una camioneta Chery Tiggo para darse a la fuga.

La empleada avisó a la policía y comenzó una persecución por distintas zonas de Ushuaia. La ladrona se desplazaba a alta velocidad en dicho utilitario y no podía ser interceptada.

Al llegar a avenida Alem la conductora se vio acorralada por los patrulleros e ingresó a la calle Emetereo Rodríguez, que no tiene salida. En esa acción una camioneta de la policía se interpuso en su trayectoria, pero lejos de detener la marcha la sospechosa chocó al móvil policial, aunque quedó ya sin chances de poder seguir huyendo.

Los policías la rodearon en inmediatamente fue reducida quedando en custodia. Lo curioso de la situación es que a bordo de la Chery había un menor de edad, que era hijo de la mujer que había sustraído 14 mil pesos en efectivo.

La detenida fue identificada como Flavia Marta Raurelle (40) y anoche quedó arrestada e incomunicada, por orden de la jueza de Instrucción María Cristina Barrionuevo. Hoy será trasladada al Juzgado para prestar declaración indagatoria.

Hasta el momento no se informó oficialmente si la mujer quedó imputada del delito de robo o de hurto. Esta última figura, más leve, podría no descartarse, teniendo en cuenta que no utilizó ni arma ni medió violencia aparente para llevarse el dinero. Fue una exigencia verbal a lo cual la empleada entregó la plata.