En el marco de un trabajo conjunto el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), la Prefectura Naval Argentina y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), realizaron, este viernes la primera experiencia de validación de imágenes Sentinel 2 in situ para la detección satelital de macroplásticos (piezas de un tamaño mayor a 5 milímetros) en el Mar Argentino.
BUENOS AIRES.- La acción se llevó a cabo a bordo de un guardacostas de la Autoridad Marítima Nacional, en apoyo del tracker Willie del Instituto y en combinación con la pasada por esas latitudes del Satélite Sentinel 2 de la Agencia Espacial Europea (ESA).
El problema de los plásticos en el mar resulta de interés internacional y eso motivó a una empresa de servicios tecnológicos europea GMV y a la Agencia Espacial Europea (ESA) a gestionar planes de trabajo en distintos mares del mundo con el objeto de identificar, mediante la percepción remota satelital, la detección de los plásticos en los océanos.
Ante esta necesidad, el INIDEP desarrolló en Argentina el proyecto Atlantic Iniciative (ATIn) y convocó a la CONAE para trabajar en conjunto. La actividad consiste medir la radiometría de los objetos de interés, los macroplásticos, en coincidencia con la pasada del satélite Sentinel 2. En este caso en particular se midieron los datos radiométricos de las estructuras de macroplásticos en tierra, de esta manera se obtiene la firma espectral característica de estos materiales. Luego estas estructuras se trasladaron al mar en un sitio de coordenadas conocidas, en el horario de la pasada del satélite para que sean registradas por éste. Esto permite identificar en la imagen si el satélite es capaz o no de diferenciar estas estructuras del entorno.
En este caso, la experiencia se realizó este viernes 16 de diciembre a bordo de un guardacostas de la Prefectura, con participación de oficiales de la Dirección de Protección Ambiental de la institución. Investigadores y técnicos del INIDEP y la CONAE depositaron en el mar distintos objetos de plástico (cajones de pescado) con posición precisa y a una distancia entre ellos, y luego del horario estimado del pasaje del satélite, se retiraron del mar y fueron trasladados a tierra.
La información satelital y la firma espectral obtenida en la campaña permite determinar la capacidad de detección de plásticos del sensor del satélite Sentinel 2 y la posibilidad de desarrollar distintos tipos de procesamiento de datos, con el objetivo de obtener productos derivados automatizados.