Jorge Argüello, secretario de Estado de Representación del Gobierno en la Cuestión Malvinas, concedió una entrevista a El Sureño donde expuso los principales lineamiento de su gestión y habló de la enorme responsabilidad que asumió. Sobre la actual política del Gobierno nacional respecto a las Islas dijo que en medio de las negociaciones “no parece correcto sacrificar un aspecto central de la disputa, como es precisamente el de la soberanía”.
RIO GRANDE.- En un mano a mano que tuvo El Sureño con Jorge Argüello, secretario de Estado de Representación del Gobierno en la Cuestión Malvinas ante Cancillería; el flamante funcionario destacó el saldo institucional, de suma importancia, que dio el gobierno de Rosana Bertone, en una política de Estado como lo es el reclamo de la soberanía sobre las Islas.
Durante la entrevista delineó los primeros pasos que ha dado desde que asumió en el cargo y trazó la decisión de ser un hombre con amplitud para recibir a todos los sectores involucrados con la causa Malvinas para dar cumplimiento acabado a la manda constitucional que es recuperar la soberanía por la vía del diálogo.
El Sureño: ¿Cómo asume este cargo que le ha ofrecido la gobernadora Bertone?
Jorge Argüello: Es una enorme responsabilidad este desafío. He estado tres décadas continuas en la función pública hasta comienzo de 2016 que regresé al país luego de estar nueve años fuera, representando a la Argentina y desde que regresé decidí no volver a la función pública y ello me llevó a rechazar algunas invitaciones de distinta naturaleza que me fueron formuladas.
Estoy trabajando privadamente y estoy dirigiendo una fundación que se llama Embajada Abierta, que se dedica a la política internacional. Ahora, cuando aparece esta propuesta de parte de la gobernadora Rosana Bertone, la verdad tengo que decir que, sin dudarlo, rápidamente acepté ser el Secretario de Estado para la representación en la Cuestión Malvinas de Tierra del Fuego.
El Sureño: La Gobernadora no tuvo que hacer mucho esfuerzo por convencerlo entonces
Jorge Argüello: No tuvo que hacer mucho esfuerzo. Y la verdad que mi vida pública, que ha sido larga y ha sido intensa, ha estado en la mayor parte atravesada por la cuestión Malvinas, porque de alguna manera u otra yo siempre estuve vinculado a la política internacional. Mi último cargo en el Congreso de la Nación fue el de presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, desde esa posición tuve el privilegio de ser el impulsor de algo que se llama Observatorio Parlamentario Cuestión Malvinas, que a mí llena de orgullo ese proyecto que fue aprobado por acuerdo unánime de la Cámara de Diputados, porque es una institución que reúne a la totalidad de la representación política con representación parlamentaria, en Argentina. Me parece que ese es el modo de abordar institucionalmente la discusión a fondo de la cuestión Malvinas.
El Sureño: ¿Qué evaluación hace de la omisión que Cancillería hizo de la Provincia en las negociaciones con Gran Bretaña?
Jorge Argüello: La responsabilidad de llevar el diseño y la política exterior de la República está en cabeza de la Cancillería, primera definición que no podemos dejar de tener presente. Número dos, la cuestión Malvinas es una de las políticas de Estado permanente que Argentina tiene. Cuando uno dice política de Estado, dice lo contrario a lo que es política de Gobierno.
La política de Estado se construye sobre la base del debate y la discusión con los que no están en el Gobierno. La lleva adelante el Gobierno pero se consolida con todos los actores de la vida política nacional. Argentina ha atravesado distintas fases de esta larguísima y compleja negociación por la recuperación de la soberanía en las Islas Malvinas, con distintos gobiernos, pero la verdad es que, más allá de los acentos y de los énfasis puestos por cada gobierno, lo cierto es que la cuestión Malvinas ha estado siempre al tope de la política exterior de la República.
Eso es lo que nos lleva a nosotros a tener una mirada un tanto crítica del modo en que se está implementando la conversación con el Reino Unido en este momento. El llamado acuerdo Foradori-Duncan, que aborda temas que son parte indudablemente de una política de generación de condiciones políticas para el diálogo, como es el abordaje de las cuestiones de comercio, turismo, de pesca, de hidrocarburos; no puede llevarse adelante a costa de desplazar de su lugar el debate de la soberanía. En todo caso deben ir acompañadas, debemos plantear un paquete. Nosotros queremos contribuir a generar las condiciones para el diálogo, pero no debemos olvidarnos de algo central: No hay diálogo porque hace falta dos para bailar el tango y acá hay uno que sistemáticamente se niega a bailar el tango desde que la pista de baile fue armada en el año 1965, oportunidad en que la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la resolución 2065 que es la que define la cuestión Malvinas como un caso especial y particular de descolonización que reconoce dos partes, por lo tanto es una disputa bilateral de soberanía.
El Sureño: ¿Cómo se puede dialogar cuando Gran Bretaña avanza con la militarización del Atlántico Sur y adopta actos provocativos?
Jorge Argüello: La responsabilidad de la ausencia de diálogo y de incumplimiento de las resoluciones dictadas por la comunidad internacional están en cabeza del Reino Unido de Gran Bretaña. No solamente estamos hablando de la resolución 2065, hay otras resoluciones importantes que tienen que ver con la toma de decisiones unilaterales en las aguas en disputa y en territorios en disputa que son permanente desoídas por la contra parte británica.
Hablando con el Secretario de Agricultura y Pesca de la Provincia, me ilustró sobre la cantidad de permisos de pesca que otorga el ilegítimo gobierno de las Islas Malvinas y lo comparaba con la totalidad de los permisos de pesca que otorga el país a lo largo de cinco provincias con costa marítima y realmente es apabullante la relación que existe entre el número que irresponsablemente se están otorgando en Malvinas, especialmente para la pesca de calamar, con relación a lo que ocurre en Argentina, en sus aguas jurisdiccionales.
Cuando le dijo que la resolución 41/39 de 1976 establece que las dos partes deben abstenerse de llevar adelante acciones unilaterales mientras no se profundice la negociación sobre la cuestión de fondo, que es la discusión de la soberanía.
El Sureño: ¿Pero con las actitudes de Gran Bretaña es menester seguir con el diálogo?
Jorge Argüello: Nosotros tenemos un mandato constitucional que es procurar la recuperación de la soberanía sobre las Islas Malvinas. Eso es un mandato que incluye a todos los funcionarios públicos y la decisión estratégica de Argentina es que la recuperación se hará a través del diálogo y la negociación política. Por eso trabajamos en el ámbito de la Organización de las Naciones Unidas con tantas fuerzas, por tanto una postura correcta es estar a favor del diálogo, una postura correcta es una postura a favor de generar, como resulte posible, las condiciones propicias para destrabar la negociación. Lo que no parece correcto es sacrificar un aspecto central de la disputa, como es precisamente el de la soberanía.
Cuando digo sacrificar hablo de abandonar, porque estamos en presencia de una deserción en el tema. El modo en que está encarada esta etapa del diálogo bilateral con el Reino Unido pareciera que no le está dando el lugar central que la cuestión tiene, por lo tanto nosotros creemos que hay que hablar de soberanía, de comercio, de hidrocarburos, de pesca, de turismo. Todo eso nos da un combo que puede ayudarnos a facilitar el inicio de la negociación, que es el objetivo que buscamos.
El Sureño: ¿Cuál es su evaluación de la política que Cristina Fernández de Kirchner mantuvo sobre la cuestión Malvinas?
Jorge Argüello: Ha habido distintos énfasis en nuestra historia reciente y en nuestra historia no reciente. Hubo distintos acentos y no hemos conseguido el objetivo. Al final del día tengo que decir, el objetivo está pendiente de cumplimiento, por lo tanto, nosotros vamos a perseverar en esa política y en este sentido la Provincia de Tierra del Fuego acaba de dar un salto institucional relevante. Cuando a mí me ofrecen este cargo había sido ya modificada la ley de Ministerios, como consecuencia de un acuerdo que había logrado el gobierno de la provincia con el gobierno nacional, en cabeza de su canciller, por medio del cual institucionalmente se incorpora un representante de la provincia a una mesa de Cancillería que es la mesa que lleva la cuestión Malvinas. No hay precedentes en la materia, o sea que yo no estoy tomando la posta del anterior Secretario ante la Cancillería, de manera que vamos a hacer camino al andar. Yo ya estoy en contacto con Cancillería, fue una de las primeras acciones y pasos que dimos con Bertone, tener un contacto directo con el canciller y su equipo. Luego de eso integré, en general, la delegación argentina al Comité de Descolonización de la Asamblea General de la ONU y en particular la delegación de Tierra del Fuego, lo hice en esa capacidad de Secretario de Estado de la Provincia.
Vamos a ir diseñando el camino a seguir y la modalidad de trabajo.
El Sureño: ¿Hasta qué punto se debe considerar el punto de vista de los kelpers?
Jorge Argüello: El interés de los habitantes de las Islas es una cuestión prioritaria para la Argentina. Nosotros como componente del núcleo duro de la posición argentina está atender los intereses de los habitantes de las islas. Exactamente lo que establece la resolución 2065 de las Naciones Unidas, así que en ese sentido los intereses de esta población serán permanentemente tenidos en cuenta, en el marco del diálogo bilateral que debe llevar adelante Argentina con el Reino Unido de Gran Bretaña.
Recuerdo que estamos en disputa que reconoce a dos actores, el Reino Unido y la Argentina, los ciudadanos británicos que viven en Malvinas, ese es el nivel del reconocimiento que tienen a partir del conflicto de 1982. Antes de ese año, los habitantes de las Islas no tenían la ciudadanía británica plena. Había como un segundo nivel de ciudadanos británicos.
El Sureño: ¿Va a tener relación con distintas instituciones como excombatientes o el Observatorio Malvinas?
Jorge Argüello: La instrucción que tengo de la Gobernadora es la de representar los intereses de la provincia y en ese sentido me ha dicho que tengo que tomar, y quiero además tomar contacto con todos los actores, con todos los que tengan que ver con esta estratégica cuestión del interés nacional. Así que ha eso he venido a Tierra del Fuego. Antes de poner a rodar la pelota del trabajo concreto de la Secretaría en Buenos Aires, me pareció que era necesario atender la invitación de la Legislatura, reunirme con todos los bloques, presentarme, discutir con ellos y con los otros actores, entre ellos el Consejo Asesor Observatorio Malvinas.
La ley que crea el cargo que hoy tengo el honor de ocupar fue votada por acuerdo unánime de todos los sectores políticos que integran la Legislatura, eso es política en serio, eso es política de Estado.
El Sureño: Además fue resultado de una reunión en que la Gobernadora logró juntar a todas las instituciones de la Provincia…
Jorge Argüello: Reunión de la cual no participé, donde estaba todo el poder institucional de la provincia representado. Así se toman las decisiones trascendentes. Ese es el modo, de allí la instrucción que tengo de estar abierto a todas las opiniones, a todas las instituciones, a todos los actores, representando la política de la Provincia.
El Sureño: ¿Qué expectativas y objetivos en lo inmediato?
Jorge Argüello: Tengo una obligación principal que es representar de modo fehaciente y de modo eficiente la posición y la visión de la provincia de Tierra de Fuego. Ello me lleva a estar en contacto con las distintas instancias institucionales de la Provincia. La aspiración es que logremos contribuir a destrabar esta negociación que lleva ya demasiados años. Las Malvinas son argentinas y nosotros estamos en condiciones de entablar una negociación y debemos demostrar esto en una mesa de negociaciones, lo que necesitamos es la cancha y la cancha está dada por ni más ni menos que el máximo ámbito de la diplomacia mundial conocida, que es la asamblea general de las Naciones Unidas. Son ellos los que le dicen a los dos países, negocien y lleguen a un acuerdo, respecto de la soberanía, no de cualquier cosa.
Me parece que está claro cuál es el objetivo estratégico e iremos definiendo la instancia táctica en función de los datos que nos vaya presentando la coyuntura.