Luego de una jornada con densas nubes de polvo en suspensión, el Ministro Luis Vázquez anunció que la próxima semana se estará llamando a licitación para el inicio de un proyecto de que solución definitiva al problema de la Laguna Seca. Desde CADIC, reconocieron que es una solución factible.
RIO GRANDE.- Ayer, en todos los barrios de Río Grande podía observarse la polvareda como, si se hubiera desatado una tormenta de arena en pleno desierto. Mientras, el aeropuerto no pudo operar por la baja visibilidad, y algunos vecinos quitaron montones de tierra de sus viviendas, como consecuencia de la volatilidad de los sedimentos de la Laguna Seca.
Hace meses, el Secretario de Ambiente Desarrollo Sostenible y Cambio Climático, había vaticinado que éste sería el último verano con problemas de polvo en suspensión. Ayer, durante la visita de la gobernadora Rosana Bertone a Río Grande, el ministro de Obras y Servicios Públicos, Luis Vázquez, confirmó para la próxima semana el llamado a licitación para llevar la obra en la Laguna Seca de Río Grande.
“Hemos recibido por parte de la Secretaría de Ambiente, Desarrollo Sostenible y Cambio Climático el expediente correspondiente para poder hacer el proceso licitatorio de la obra de la Laguna Seca. Estamos trabajando en forma prioritaria y calculamos que la semana que viene vamos a estar en condiciones de hacer pública la licitación. Básicamente es llenar la laguna de agua, esta obra implica estaciones de bombeo, un canal y esclusas de niveles de agua; no es de mucha complejidad y tiene un plazo de 180 días», adelantó Vázquez.
En tanto desde el CADIC, los doctores Andrea Coronato y Jorge Rabassa, coincidieron en la posibilidad de solucionar el problema de esta manera, pero también remarcaron que es una solución que debe estudiarse con mucho cuidado: “No es solamente sacar agua del río y llevarla a la laguna. Uno tiene que pensar que es un equilibrio natural el que se va a alterar. Y si saco de un lado, de alguna forma eso va a tener alguna consecuencia, que hay que ver, muy bien, hasta dónde llega”, dijo la Dra. Coronato.
Para la profesional, además de solucionar puntualmente el problema de la Laguna Seca, hay que replantearse otras decisiones anteriores: “Uno de los problemas que ya no se puede solucionar tiene que ver con el crecimiento de la ciudad hacia la zona norte. La verdad es que esa zona va a ser siempre la más afectada; hay formas de aminorar el efecto de este polvillo en suspensión, como una barrera de árboles de rápido crecimiento, pero no son soluciones rápidas”, agregó.
El Dr. Jorge Rabassa, también explicó que la Laguna hoy seca, está cumpliendo con parte de un ciclo natural, que además es característico de todas las lagunas: “Para evitar el proceso de deflación continuo que es la movilización de la partículas con el viento, lo único que se puede hacer es modificar las condiciones y artificialmente generar la misma situación que se da en los episodios de clima húmedo. No hay otra razón para este problema. Igual, todas las lagunas se comportan de la misma manera. Es un fenómeno absolutamente normal”, detalló.
“Esto primero requiere un estudio que determine la superficie que hay que inundar, cuantos millones de litros de agua se necesitan y cuanto costaría tomar el agua del río Grande antes que llegue al mar, para reconstruir una laguna de épocas únicas. La solución técnica requiere un estudio detallado, que demuestre la viabilidad técnica y económica del proyecto. Nosotros cuando damos cursos de campo, llevamos a los visitantes a ver cómo los sedimentos de la laguna se trepan sobre el pavimento, porque es un ejemplo de libro. En cuanto a la naturaleza del proceso y las condiciones que llevaron a la situación actual”, agregó Rabassa.
En cuanto a la idea de llenar de agua la laguna, el especialista remarcó que es necesario un proyecto ejecutivo, que demuestre la posibilidad de tal objetivo: “Tenemos un estudio hecho en otra de las lagunas circundantes en el que se demuestra que este es un proceso cíclico. Hay una alternancia de episodios húmedos que duran unos siglos y episodios secos que duran también varios centenares de años. Esto estudiado, determinado, y datado por el método de C 14 las edades en las que la laguna funcionó en un ámbito de clima húmedo y de clima seco”, insistió el geólogo.
Mientras, y más durante los días de viento, los vecinos seguirán padeciendo.


