Pablo García hacía un viaje desde Ushuaia hasta Alaska, en moto, para escribir un libro. Pide que las autoridades lo ayuden a regresar al país. Comparte hotel con otros cuatro argentinos, con quienes buscan un retorno conjunto.
LA VOZ.- Pablo García (58), un veterano de Malvinas cordobés que quedó varado en Perú por la pandemia del coronavirus, continúa con las gestiones para que las autoridades lo ayuden –a él y a otros cuatro argentinos que están en el mismo hotel- a regresar a Argentina.
“Somos cinco argentinos que quedamos viviendo en un hotel de Desaguadero que está cerrado pero en el que nos permitieron quedarnos. Necesitamos regresar”, dijo Pablo a La Voz. Lleva 43 días varado.
Las personas que permanecen en Desaguadero tienen sus vehículos, y venían intentando gestionar los permisos de tránsito para poder volver por tierra, ya sea pasando por Chile como por Bolivia. Ante el fracaso de sus intentos, ahora piden algún lugar seguro para dejar sus autos y la moto para encontrar alguna alternativa de repatriación por vía aérea.
Se conocieron en ese hotel de Desaguadero y desde entonces funcionan casi como una familia porque el hotel está cerrado al público, pero su dueña les permitió quedarse ante la emergencia sanitaria: limpian entre ellos, se turnan para hacer las compras y se cocinan.
“La última idea que surgió fue cuando supimos que un grupo de bolivianos está juntándose en Buenos Aires para que un avión vaya a buscarlos desde La Paz. Ese avión iría vacío desde La Paz a Ezeiza, por eso queremos ver la posibilidad de hacer los 100 kilómetros que nos separan de La Paz y pagar ese vuelo para volver a Argentina”, describió.
“Tiene que ser un operativo conjunto entre Perú, Bolivia y Argentina”, precisó.
Pablo padece asma y una neuropatía en los miembros inferiores, producto de la guerra, y estar a 3.800 metros por encima del nivel del mar acrecienta su malestar.
Mientras, desde Córdoba, sus allegados continúan haciendo las gestiones para que alguna autoridad diplomática se ocupe de Pablo García, un veterano de Malvinas que tiene afecciones de salud y se encuentra a 3.800 metros sobre el nivel del mar.
El operativo que proponen es que el avión de Amaszone salga desde Bolivia, pase por Lima, Perú, trasladando hasta argentina a un centenar de ciudadanos varados en ambos países. Una vez en Ezeiza, llevaría a 50 ciudadanos peruanos y a 50 bolivianos de regreso a sus países, repitiendo la ruta Ezeiza – Lima – La Paz. Ese vuelo tiene fecha prevista para el 8 de mayo, por lo que las tres cancillerías deberían autorizar a sus embajadas para permitir el operativo.
El despojo
Pablo inició el viaje el 8 de diciembre, partiendo solo con su moto desde Argüello hacia el sur del país, para luego emprender la travesía hacia el norte, con destino final Alaska.
Dice que quería volver a sentir el despojo que sintió durante su participación en la Guerra de Malvinas para escribir un libro, pero su aventura sólo alcanzó a llegar a Perú. Por la pandemia del coronavirus comenzó a regresar, pero sólo pudo llegar hasta Desaguadero.
Desde entonces él, los otros varados, como sus familiares y allegados en Argentina buscan concretar el retorno de los ciudadanos argentinos al país.
“Es un héroe de la patria, y está abandonado por el Estado”, dijo a este diario una amiga de Pablo que ha intentado infinidad de veces lograr la repatriación del hombre.