Dada la situación actual la jornada de mentoreo que realiza Voces Vitales cada marzo fue a través de Zoom. El Sureño dialogó con Agustina Aylon, especialista en derecho sobre género y familia, y embajadora de la organización.
RIO GRANDE.- Este año el programa de mentoreo para mujeres, de Voces Vitales, realizó su jornada anual de forma remota. Con más de mil participantes entre las que se contaban mujeres de diversos ámbitos de la economía y la sociedad, el programa sigue creciendo. Además de las duplas de mentora-mentee, este año se designaron embajadoras para cada jurisdicción. Agustina Aylon es abogada especializada en género y familia, y embajadora del programa en Tierra del Fuego.
“El programa tiene que ver más allá de lo simbólico, porque había mujeres teniendo la misma jornada en todas partes del mundo, con esta posibilidad de tener un contacto o una relación que se pueda mantener en el tiempo de asesoramiento. Esa idea de que es más fácil cuando estamos acompañadas. Esa idea de que cambiamos las cosas cuando trabajamos en red, nos podemos sumar”, indicó Agustina Aylon, abogada, embajadora de Voces Vitales, mentora del programa anual de mentoreo y compañerismos para mujeres de Voces Vitales.
Además de la jornada, que se realiza cada año en el marco del Día Internacional de la Mujer, el programa establece que las mujeres que participan de la misma trabajen antes y después de manera colaborativa y voluntaria para ayudarse mutuamente con las experiencias y herramientas que poseen: “Aunque siempre participé como mentora, no quiere decir que no haya aprendido muchas veces de las experiencias de las mujeres más jóvenes que en la dupla, te pasa que tienen otra mirada, han vivido otras cosas. Eso te ayuda a ver cómo están pensando, cómo ven la forma de trabajo. Así es una jornada muy rica”, indicó Aylon. Y agregó: “Por darte solo un ejemplo, las herramientas informáticas, el uso de los medios de comunicación, son cosas en las que ellas me enseñan a mí”.
Más allá del trabajo realizado junto a la compañera asignada, muchas de las mujeres comparten experiencias con otras duplas sobre el trabajo realizado: “Depende de las áreas en que una quiera desarrollarse, se busca relacionarse con personas que estén trabajando en las áreas de interés. Porque no es solamente un encuentro en una charla, es un encuentro de trabajo. Para pensar, vincularse, expandirse”, detalló la abogada.
Mentora y mentee
A la hora de calificar como mentora, no solo se tiene en cuenta la edad de las mujeres sino el recorrido, la experiencia en el área de acción, y sobre todo la voluntad de compartir libremente estos recursos con las mujeres que acuden a la jornada en calidad de ‘mentees’ (persona aconsejada por la mentora). Toda la información sobre este y otros programas promovidos por la ONG Voces Vitales, se puede encontrar en www.vocesvitales.org.ar.
“Hay mentoras que son muy jóvenes, porque participaron en su momento como mentees, se han desarrollado y quieren aportar lo que les aportaron a ellas. No es una cuestión que se hace y se pierde. Muchas entienden el valor de haber sido ayudadas y quieren ayudar”, expresó Aylon.
Con una carrera que supera los 25 años de trabajo y experiencia, la abogada Agustina Aylon aseguró que en su juventud le hubiera encantado trabajar con la herramienta del mentoreo: “La verdad que una se encontraba muy sola. A veces no tenías muy claras algunas decisiones o lo que querías hacer, cómo focalizar. Es una gran posibilidad, quizás hoy terminar la facultad, tener alguien que te ayude a mirar el camino, a evaluar las fortalezas, cómo crecer. Es un programa muy positivo, por eso lo acompaño y lo promuevo”, sostuvo.