Cristina Valeria Olivera de 30 años continúa internada en el Hospital Regional, mientras su hija debió ser derivada otra vez al Hospital Naval de Ushuaia, ante la falta de aparatología para la atención de pacientes que son víctimas de monóxido de carbono.
RIO GRANDE.- Ayer volvió a ser derivada al Hospital Naval de Ushuaia la nena de 8 años quien, junto a su madre, se vio afectada por un escape de monóxido en la vivienda que alquilaban en el barrio Mutual.
La menor volvió a requerir el tratamiento en cámara hiperbárica y además un monitoreo neurológico que solamente puede realizarse en el Hospital Naval de Ushuaia, mientras su madre aún permanece internada en Río Grande con diversas complicaciones.
La abuela y madre de las dos pacientes, Mónica, señaló ayer en el nosocomio que “es una situación que no le deseo a nadie, es muy complicado, la desesperación de mi marido de intentar salvarlas, si no era por una ventana que estaba abierta mi hija y nieta no se salvaban”, recordó respecto de cómo fueron encontradas las dos mujeres que aparentemente pasaron más de 24 horas desvanecidas.
“El tratamiento es muy lento, en el traslado a Ushuaia la ruta está en malísimo estado, la cámara hiperbárica está solamente en el Hospital Naval de Ushuaia”, recordó la mujer, agregando, “yo quiero hacer una campaña para juntar firmas, no es mi interés hacer política, pero si senadores y diputados gastaron 8,2 millones de pesos en pasajes o no sé qué, esa plata se podría invertir en una cámara acá en Río Grande”, expresó.
“La recuperación es lenta, hay muchas dificultades, aparecen inconvenientes; no quiero decir mucho tampoco, y mi nieta tuvo que volver a ser trasladada a Ushuaia para estudios neurológicos, porque tampoco hay en Río Grande esta posibilidad de hacerle estudios”.
Este siniestro es el cuarto de su tipo en los últimos 20 días en Río Grande, ante lo cual Mónica agregó que “me he enterado de otros casos; me parece que tenemos que tomar conciencia y hacer algo para que esto se solucione, esto y otras cosas que faltan en Río Grande”.
Finalmente pidió “que la señora que le alquiló la casa a mi hija se comunique con nosotros, estamos acá en el hospital, se ponga una mano en el corazón porque mi hija y nieta están pasando por algo que no tendrían que haber pasado; si tiene corazón se comunique con nosotros y por humanidad se haga cargo de la responsabilidad que tiene”.