Así lo declaró ayer ante el Tribunal de Juicio en lo Criminal, en el juicio que se le sigue por el homicidio de Adrián Garelli. Conmovedor relato de la madre de la víctima.
RIO GRANDE.- Walter López declaró ayer en indagatoria para explicar que actuó “en defensa propia”, al tratar de justificar porqué le disparo a Adrián “Tuka” Garelli y a César Samuel Pereyra, provocando la muerte del primero, hecho por el cual está siendo enjuiciado en un proceso que se desarrolla en lo Tribunales, en medio de estrictas medidas de seguridad sanitaria.
López está acusado por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa y homicidio agravado por el uso de arma de fuego en concurso real; por un hecho que sucedió la madrugada del 26 de mayo, del año pasado, a la salida del local bailable Doop.
El imputado aceptó ayer brindar su propia versión de los hechos ante el Tribunal de Juicio en lo Criminal, que integran los jueces Pablo Martín Bramatí, Daniel Ernesto Borrone y Natalia Buitrago. Lo hizo desde la Unidad de Detención a través de una video conferencia, debido a las medidas de prevención ordenadas por los magistrados.
Asistido por el defensor ante el Superior Tribunal, doctor Gustavo Ariznabarreta (quien lo hace de manera remota desde Ushuaia); Walter López hizo una extensa declaración, donde explicó que tras entablar una discusión, la víctima y su amigo, Pereyra, lo comenzaron a golpear con aparentes intenciones de querer quitarles un arma de fuego que tenía en su poder.
Señaló que esa madrugada se encontró con un grupo de amigos de la víctima, entre quienes estaba uno en particular que fue a la escuela con él. Allí discutieron sobre sus antecedentes de haber estado en prisión, cuestión sobre lo cual Garelli le recriminó. Y, cuando le mostró el arma, se inició una pelea.
De acuerdo a su declaración y con aparente intención de mejorar su situación procesal, López admitió que hizo disparos con el arma de fuego, pero indicó que los efectuó con intención de disuadir a sus atacantes y que no hubo una intención directa de matar a nadie, lo cual contrasta con la acusación fiscal que, de acuerdo a lo expresado en la elevación de la causa a juicio, la muerte de Garelli fue por dos disparos certeros y a quemarropa.
En el proceso del juicio, la acusación está representada por la fiscal Laura Urquiza y el abogado de la querella, Dr. Raúl Héctor Rojas, quien representa a los padres de la víctima.
Tras la indagatoria de López, el Tribunal dio lugar a la etapa de recepción de pruebas, comenzando con el testimonio de la madre de la víctima, Irene Camus, quien refirió como se había enterado del sangriento hecho. Había sido convocada a la guardia del hospital y allí la Policía la notificó sobre la muerte de su hijo. “Tenía tatuado en el pecho mi familia, justó ahí donde recibió la bala”, dijo llorando.
Para hoy se espera conocer la declaración de Pereyra, el amigo de Adrián Garelli, quien se salvó de milagro, porque López le disparó cuatro veces con el arma, pero los proyectiles no salieron.