RÍO PICO, CHUBUT (NA).- Unas cinco mil hectáreas de bosques nativos y pastizales ya fueron consumidas por los incendios forestales desatados en los últimos siete días en Río Pico, en la zona cordillerana del Chubut.
Condiciones climáticas adversas complicaron las tareas de los brigadistas que intentaban controlar este jueves unos siete focos de fuego iniciados en los últimos días por causas que se trataban de establecer.
Al menos 125 brigadistas estaban abocados al combate de las llamas con dos helicópteros con helibalde (para arrojar agua desde el aire), autobombas, camiones cisterna y maquinaria pesada que complementaban las tareas.
Los brigadistas pertenecen al Servicio Provincial de Manejo del Fuego, a varios cuarteles de Bomberos Voluntarios de la provincia patagónica y también hay agentes de refuerzo aportados por otras provincias, y la jurisdicción de Parques Nacionales.
El intendente de Río Pico, Marcos Machado, dijo que los indicios hacen presumir que el inicio del fuego fue intencional ya que comenzó con diez focos en simultáneo, de los cuales quedan ocho aún activos y sólo uno de ellos se encuentra controlado.
La maquinaria pesada era utiliza para construir fajas de contención y evitar de este modo que el incendio se propague hacia la comuna rural Atilio Viglione donde hay viviendas que podrían ser afectadas.
También se sumaron para colaborar algunos vecinos de la pequeña localidad ubicada unos 652 kilómetros al suroeste de la capital provincial, Rawson, que cuenta con sólo unos 1.100 habitantes permanentes.
Río Pico es una localidad del Departamento Tehuelches conocida a nivel mundial por las excelentes posibilidades para la pesca deportiva por los lagos Vinter, Guacho, Engaño, Berta Superior y Berta inferior.
En Esquel
Otro incendio se inició en la tarde del miércoles en la zona del Cañadón de Bórquez en la localidad de Esquel, donde hay gran cantidad de vegetación y viviendas muy cercanas a la zona del fuego, por lo cual la situación se presentaba alarmante.
Una vez más como en todos los casos anteriores, las autoridades sospechaban de intencionalidad en el inicio del fuego.
Allí, trabajaban tanto brigadistas como medios aéreos para poder controlar las llamas, ya que la vegetación afectada por la sequía produce que la propagación del fuego sea más rápida.